Para México es difícil la recuperación después de la
devastación del huracán Otis, de categoría 5, que sucedió en vísperas de la
popular celebración pagana del Día de Muertos, lo cual aumentó el número de
visitantes a la turística ciudad costera. El Gobierno federal ha recibido
múltiples reclamos debido a su manejo de la tragedia, pero el presidente
mexicano asegura que sus detractores se aprovechan de la situación de cara a
las elecciones presidenciales. Las cifras de muertos y desaparecidos pueden
seguir creciendo.
Las autoridades no han logrado desplegarse en su totalidad en la zona
sur del estado, donde ocurrió el desastre, porque quedó incomunicada. Manuel
López Obrador presidente de México comento lo siguiente
Por su parte, el sector hotelero reportó daños en más del 80% de sus
instalaciones, luego de expresar su preocupación, ya que Acapulco es uno de los
destinos más turísticos en México y que basa su economía mayoritariamente en
esta actividad.
Además, la ciudad costera tiene afectaciones en el servicio de
electricidad luego de reportar unos 10.000 postes de luz caídos, 37 líneas de
transmisión, 26 subestaciones eléctricas y una central de generación afectadas,
dijo la SSPC.
¿Por qué Otis fue tan devastador?
El ciclón tomó por sorpresa tanto a las autoridades como a los civiles
en Acapulco. Inicialmente, Otis había sido monitoreado como una tormenta
tropical sobre el Pacífico, pero de manera récord se convirtió en un poderoso
huracán categoría 5.
Según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), es inusual que una
tormenta tropical pueda crecer tan rápido hasta convertirse en un huracán tan
devastador como sucedió con Otis, que en un transcurso de 12 horas alcanzó una
velocidad sostenida de más de 220 kilómetros por hora.
Y aunque el Gobierno local había pedido a los habitantes de Guerrero
estar preparados con alimentos y suministros básicos, además de confinarse en
sus hogares ante la amenaza de un ciclón, no esperaban que fuera tan fuerte. A
eso se debe parte de la devastación.
A su paso, Otis inundó Acapulco, destrozó techos de casas, tiendas y
hoteles, incluso arrancó partes de las fachadas de modernos edificios próximos
a las playas, además de dañar vías de acceso.
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